Psicóloga UC
¿Te has sentido sin ánimo? ¿Has notado cambios en tu apetito, en tu capacidad de dormir o en tu deseo sexual? ¿Has sentido que no puedes superar tus dificultades o que ya no disfrutas como antes?
Es importante poner atención a cómo nos vamos sintiendo y los cambios que vamos percibiendo en nosotros, ya que, si respondes a estas preguntas con un Sí, y has sentido uno o más de estos síntomas por al menos 2 semanas, podrías tener depresión y necesitar ayuda de un profesional.
A diferencia de las penas pasajeras que todos experimentamos, la depresión es una enfermedad del ánimo que puede presentar consecuencias serias, pero que a la vez puede ser tratada y en muchos casos prevenida.
La depresión se presenta de forma diversa y sus síntomas varían de una persona a otra.
Sin embargo, se caracteriza principalmente por una tristeza persistente y por la pérdida de interés en actividades que antes se realizaban y disfrutaban con normalidad.
Esto puede ir acompañado de disminución en la energía, del deseo sexual, la concentración y cambios en el apetito y en el sueño. También se pueden presentar sentimientos de inutilidad, culpabilidad o desesperanza, pueden presentarse además pensamientos de muerte, ideación suicida o incluso llevar a intentos de suicidio.
Es importante no guardar silencio cuando nos sentimos mal o tristes, aunque en ocasiones nos cuesta comunicar cómo nos sentimos y encontrar las palabras exactas.
Si crees que tienes depresión, es necesario que busques ayuda con un profesional de la salud mental y que sigas sus indicaciones.
Para más información dirígete al segundo video, donde hablaremos de las consecuencias y las medidas preventivas frente a los síntomas depresivos.
Los síntomas de la depresión pueden hacer que las personas comiencen a presentar dificultades laborales y/o académicas, que presenten más conflictos con sus cercanos, que aumenten sus pensamientos negativos o que se desarrollen otras enfermedades o malestares, tanto físicos como mentales. En los casos de mayor gravedad, las personas no son capaces de atender a sus necesidades más básicas.
En lo social las personas se aíslan y se les dificulta socializar, por lo que se vuelve más difícil que pidan ayuda. La depresión también puede afectar a las personas que nos rodean, así es que atento a cómo se sienten tus cercanos, escucha y no juzgues.
A diferencia de las penas pasajeras que todos experimentamos, la depresión es una enfermedad del ánimo que puede presentar consecuencias serias, pero que a la vez puede ser tratada y en muchos casos prevenida.
1. ¡Hablar sobre la depresión! Es importante entender que es una enfermedad seria, pero que puede prevenirse y ser tratada.
2. Pon atención a las nuevas emociones, conductas o pensamientos que te generan malestar.
3. ¡Es importante hablar con nuestros más cercanos sobre cómo nos sentimos! Es normal sentirse en ocasiones triste y es importante comunicárselo a otros.
4. Mantener el contacto social es sumamente importante. Estar conectados a nuestros más cercanos, amigos y/o familiares nos hace bien.
5. Mantener una rutina y hábitos saludables es la base para un cuerpo y una mente sana.
6. Siempre recuerda dedicar tiempo a ti mismo y a tu cuidado. Todos necesitamos momentos para nosotros.
7. Explora o reintegra a tu rutina actividades o hobbies que te entreguen satisfacción. ¡Anímate a intentarlo!
8. Continúa paso a paso: cuando tienes poco ánimo puede ser abrumador realizar las actividades del día a día, así que enfócate en tareas pequeñas. Recuerda que esto no es exageración. Esto es un problema del ánimo.