Psicólogo UC
Todos nos sentimos estresados de vez en cuando. Somos distintos y reaccionamos al estrés de forma única. Eso está muy bien porque nos podemos apoyar entre nosotros.
Puedes sentir estrés por tu rutina, las exigencias del trabajo, del colegio o la familia. También puedes sentir estrés por un cambio muy grande en tu vida.
Si sufriste un accidente grave puede ser que sientas estrés traumático. Las personas que sufren estrés traumático tienen síntomas emocionales y físicos muy fuertes. Si pasa el tiempo y no te sientes mejor, lo más recomendable es pedir ayuda.
El estrés es la respuesta de nuestro cuerpo y nuestra mente ante el peligro. En estas situaciones, la respiración se acelera, los músculos se ponen tensos y el cerebro aumenta su actividad. El objetivo de estas funciones es sobrevivir a una amenaza.
El estrés nos activa, como cuando tenemos una prueba en el colegio o una entrevista para un trabajo. El problema está cuando, en vez de “activarnos de forma saludable”, el estrés nos “activa perjudicando nuestra salud”.
Sentir mucho estrés por mucho tiempo puede hacer que nos enfermemos. Algunas personas sienten malestar estomacal, otras pueden tener dolores de cabeza, dolor muscular, insomnio, sentir tristeza o enojo, estar muy irritables o muy ansiosas.
- Observar: con calma y paciencia podemos aprender a reconocer cómo nuestro cuerpo responde al
estrés.
- Pedir ayuda: si nos sentimos mal podemos consultar a un médico general, a un
psicólogo o a un psiquiatra.
- Ejercicio: caminar 30 minutos al día puede mejorar nuestro
ánimo y salud.
- Priorizar: podemos decidir qué hacer ahora y qué hacer otro día. También
podemos aprender a decir NO a la sobrecarga de trabajo.
- Compañía: no estamos solos y podemos contar con el apoyo de nuestros cercanos.
-
Técnicas: podemos usar técnicas para manejar el estrés, en el siguiente video se muestran dos
técnicas sencillas.
Vamos a revisar dos técnicas sencillas para manejar mejor el estrés.
Cuando estamos estresados nuestra respiración se acelera y nos sentimos ahogados. Ahora vamos a
respirar para relajarnos, para descansar, sentirnos mejor y recargar energía.
1. Coloca las manos
sobre tu abdomen, con las palmas abiertas.
2. Respira lentamente por la nariz, inflando tu
estómago... Mantén el aire un momento... y luego suéltalo lentamente por la nariz.
3. Repite este
ejercicio 2 veces más... Concéntrate sólo en tu respiración.
Este ejercicio te ayuda a relajarte, a calmarte y a descansar mejor. Así puedes manejar mejor el estrés. Repítelo las veces que sea necesario.
1. Acuéstate en una colchoneta o una cama y cierra los ojos. Respira profundamente. Inhala y exhala.
2. Imagina todo tu cuerpo, cómo se conectan todas sus partes.
3. Pon atención en cada parte de tu
cuerpo, empezando por los pies, subiendo por las piernas y muslos.
4. Pon atención a tus caderas,
siente toda tu espalda de abajo hacia arriba, la cabeza, tus hombros y tus brazos.
5. Recorre tus
brazos hasta los hombros, tu espalda de arriba hacia abajo. Imagina tu estómago y todos tus
órganos.
6. Sigue por tu cuello, tu cara y tu cabeza. Imagina tu cuerpo como un todo, un todo
conectado entre sí.
Si estás haciendo este ejercicio para dormir, al terminar respira profundo, estírate un poco y descansa.